martes, 1 de junio de 2010

Pedir perdón.


Hoy hablando con un amigo por chat me planteo, después de un comentario que yo le había hecho en forma de chiste, que yo tenia formas de decir las cosas que le dolían, le molestaban y sinceramente teniendo en cuenta el ejemplo que me estaba planteando me pareció, en principio, una gran boludes lo que me estaba diciendo. Hablamos un rato del tema y eso derivo en otras cosas un poco mas abarcativas.
Después de un rato de charla me fui a duchar y me puse a pensar en lo que habíamos hablado y me di cuenta que tiene algo de razón en lo que decía, muchas veces digo cosas de las que después me arrepiento, supongo que todo el tiempo, esto debe ser porque soy una persona impulsiva, que solo cree en yo yo y mas yo... y sé que cuando uno dice "lo siento" no es el ultimo paso para sanar a la persona...
Pero también me doy cuenta que para pedir perdón por algo, primero tengo que creer yo misma que eso que dije o hice esta mal, de lo contrario no puedo hacerlo de la manera mas sincera posible, sólo serían palabras vacías. Es decir, si envainas la espada para hacer la paz, no puedes dejar el mango afuera —y estar listo para volver a tomarla.
Para vivir feliz, toda persona necesita del perdón. Todos ofendemos a alguien de vez en cuando —quizá con más frecuencia de lo que pensamos—, y para tener la paz necesitamos aceptar la correspondiente culpa, pedir perdón y reparar en lo posible la falta cometida.
Sentirse culpable puede ser algo positivo si nos lleva a reflexionar y a buscar remedio. Sentirse habitualmente inocente de todo y repercutir la culpabilidad sobre los demás suele ser síntoma de la eficiente acción del orgullo, que suele ser corto de vista para los propios errores y agudísimo para los de los demás.
Hay personas que tienen la facilidad de decir aquello que les molesta y exigir disculpas y hay otras como yo que no podemos, que dejamos pasar las cosas y optamos por un camino mas corto, mas rápido y a veces errado... dejar las cosas como están y pasarlas por alto.
Pensándolo bien soy una persona bastante terca que solo se encierra en lo piensa y eso es definitivo, nadie puede contra aquello que pienso y siento, nadie me va a hacer cambiar de parecer, puedo muchas veces modificar mis actitudes pero eso no significa que altere mis convicciones por mas erradas que parescan a los ojos de algunos espectadores.
A veces las personas creen lo que quieren creer y exigen fundamentos, explicaciones, peros y porque, y otras veces, del otro lado estamos aquellos que no tenemos ganas de darlas aunque eso nos cueste caro.


"No antepongas tu pasión ante tus principios, aunque esto signifique tu derrota"

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